Desde hace varios años, implementamos el uso de mampostería de hormigon celular para la construcción ecoeficiente de viviendas, ejecutando 15 casas con este sistema constructivo y con excelentes resultados en el tiempo. En la actualidad, lo estamos utilizando también en edificios en altura entre medianeras ya que las nuevas ordenanzas de Eficiencia Energetica lo aprobaron como muro medianero simple y en el 90% de las obras civiles, tanto en paredes exteriores como en muros divisorios interiores.
El hormigón celular curado en autoclave (HCCA) es un material de construcción muy liviano producido a partir de arena, cal, cemento, agua y un agente espumígeno que determina la expansión de la masa debido a la formación de millones de burbujas de aire uniformemente distribuidas en la mezcla.
Los bloques de HCCA se producen en Argentina desde hace casi 20 años. Retak fue la primera empresa en fabricar los ladrillos que revolucionaron la obra gruesa por su capacidad aislante y bajo peso. El montaje también se agiliza porque el concreto celular se puede cortar fácilmente con un serrucho especial, y se puede canaletear para el tendido de cañerías sin dificultad. Además, la fuerte reducción de peso conlleva un ahorro en el costo de los cimientos y disminuye la sección de hierros en el calculo de estructura de hormigon armado en un 20%.
Se podría definir al sistema como de construcción en seco ya que como mortero de asiento se utiliza un adhesivo. En consecuencia, mezcla y revoques embolsados erradican los morteros in situ de la obra, asegurando mayor rapidez y limpieza. Además, los sobrantes de los bloques se pueden triturar fácilmente y reutilizar, reduciendo también el volumen de desperdicios.
El HCCA tiene millones de burbujas de aire distribuidas en su masa que, mejoran notablemente la capacidad aislante térmica y acústica, reduciendo la conductividad térmica a 0,32 W/(m°K), un valor cuatro veces menor al del ladrillo cerámico de 18cm, lo cual permite cumplir con las exigencias de la ley de aislamiento térmico sin adicionar un material aislante y disminuye el consumo de energía en la vivienda en un 30%. Además, como las celdas no están conectadas, no se transmite la humedad por capilaridad o por impregnación. De ese modo, se evita el azotado hidrófugo. Tampoco se necesita realizar un revoque grueso porque la superficie la pared no presenta irregularidades. La terminación se realiza con un enlucido de cemento y cal, aplicado sobre una base de imprimación que homogeiniza la absorción del soporte.
Principales ventajas
Aislamiento térmico: siete veces mejor aislante que el bloque de concreto tradicional y cuatro veces que el ladrillo cerámico. No precisa aislación complementaria.
Aislamiento acústico: absorbe los sonidos cuatro veces más que los sistemas tradicionales.
Impermeabilidad: sus micros celdas no permiten que el agua penetre en su interior y genere humedad. No precisa de azotado hidrófugo.
Resistencia mecánica, convirtiéndolo en bloques portantes (resistencia de 25 kg/cm2).
Aislamiento al fuego: por su elevada resistencia al fuego, es ideal como muro contrafuego (FR 240)
Durable: permanecen inalterables en el tiempo bajo todo tipo de condiciones climáticas.
Ventajas Constructivas
Rapidez de construcción: sólo 8 bloques por m2.
Facilidad en la terminación: no requiere revoque grueso ni azotado hidrófugo. Sólo 6 mm de revoque fino y malla plástica.
Precisión al cortar: se corta con serrucho. Fácil y rápido para realizar instalaciones. Sin desperdicio de material.
Liviano: disminuye la sobrecarga en estructuras y facilita su manipulación.
Versatilidad de usos: compatible con sistemas tradicionales.
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